El 7 de febrero
es el trigésimo octavo día del año en el calendario gregoriano.
Celebraciones
Granada: Día de la Independencia.
Johann
Heinrich Füssli (Zúrich, 7 de febrero de 1741
– Putney Hill, Londres, 16 de abril de 1825)
fue un dibujante, pintor, historiador
del arte y escritor suizo,
posteriormente establecido en Gran Bretaña, donde es conocido como Henry
Fuseli.
Pintor
de difícil clasificación, se le ha calificado de neoclásico, neomanierista y prerromántico. En sus imágenes confluyen
corrientes que provienen de las tradiciones clasicista y manierista con otras
que son específicas de la pintura inglesa y nórdica, reflejando una concepción
de lo sublime que se manifiesta en el arte y la
literatura inglesas del siglo XVIII.
En su
estancia en Italia alcanzó su estilo definitivo, basado en
el manierismo, con rasgos clasicistas, pero más
dramáticos que los de sus contemporáneos. Su apasionamiento, emocionalismo y
subjetividad —lo que llamamos «romanticismo»— llevó su estilo hacia lo
irracional. La obra de Füssli tiene un marcado carácter teatral, no sólo por los temas, sino por su
sentido plástico de las imágenes, en cuya representación huye de la perspectiva renacentista. Las formas de sus figuras se
apartan de las reglas de las lecciones de anatomía y dan lugar a nuevas criaturas
fantásticas y sensuales.
Temáticamente,
pese a su establecimiento en Inglaterra, Füssli representa un sentido del
romanticismo plenamente alemán: su mundo nocturno y terrorífico es paralelo al
del «romanticismo oscuro» de Novalis, Hölderlin, Jean Paul y Hoffmann. Todo ello sitúa a Füssli como una
figura fundamental para la transición entre el neoclasicismo y el romanticismo,
y como uno de los artistas pioneros en la exploración de lo irracional, hecho
por el que algunos historiadores del arte lo comparan con Goya.
Aunque poco después de su muerte su obra cayó en un relativo olvido, su figura
fue reivindicada por los expresionistas y surrealistas, que lo consideraron un
predecesor.
Alfred W.
Adler (Viena,
Austria, 7 de febrero de 1870-Aberdeen, Escocia, 28 de mayo de 1937)
fue un médico y psicoterapeuta austríaco, fundador de la
escuela conocida como psicología individual.
Fue un colaborador de Sigmund Freud y
cofundador de su grupo, pero se apartó tempranamente de él, en 1911, al
divergir sobre distintos puntos de la teoría psicoanalítica.
Sus conceptos básicos
son los de carácter, complejo de
inferioridad y conflicto entre la situación real del individuo y sus
aspiraciones
Alfred Adler
nació en Viena, el 7 de febrero de 1870. Fue el segundo
de seis hermanos de origen judío, se graduó en Medicina
en 1895, donde comenzó a trabajar de oftalmólogo en 1897.
Más tarde hizo prácticas como internista. Su primer encuentro con Freud se
produce en 1899. Adler defendió las ideas de Freud en la
Escuela vienesa de Medicina, en los círculos médicos locales y en la prensa.
Desde 1902 participó en una pequeña tertulia
organizada en casa de Freud, la «Sociedad
Psicológica de los Miércoles». Escribe (1904) "El doctor como
educador”. Ya por esta época Adler, a petición de Freud, desiste de su primera
decisión de romper con el círculo. En 1907 escribió su monografía sobre la
inferioridad de los órganos y su compensación psíquica: "Estudio sobre la
inferioridad de los órganos y su compensación psicológica”.
En 1908
da una conferencia en Viena sobre "el instinto de agresión”. En 1910
es nombrado presidente de la rama vienesa de la asociación psicoanalítica.
Edita, junto con Freud y Stekel en 1910
"Revista de psicoanálisis", siendo Adler su director. Entre enero y
febrero de 1911 dicta cuatro conferencias que constituyen
"una crítica sobre la teoría sexual de Freud en la vida mental". Al
terminar la cuarta conferencia la mayoría de los freudianos presentes
decidieron, pese a la opinión contraria de Steckel, que siguiera siendo miembro
de la sociedad psicoanalítica, pero advirtiéndole de no rechazar la teoría
sexual de Freud.
En agosto de
1911 anuncia en la editorial de la Revista de psicoanálisis su renuncia
a formar parte del consejo editorial, lo que marcó su retirada del movimiento
psicoanalítico. En 1912 se publicó "El carácter neurótico”. En este
trabajo Adler establece la "psicología individual" como teoría de la
unidad del individuo que tiende a metas finales de carácter inconsciente. En
esta obra desarrolla el tema de la compensación infantil al sentimiento
percibido de inferioridad mediante distintas estrategias hacia una meta final
(de superioridad).
En sus obras posteriores Adler desarrollo su modelo
psicológico centrado en las influencias del medio social y familiar en el
carácter del sujeto, en conjunción con sus construcciones subjetivas de sus
experiencias; conjunción que desemboca en el "Estilo de Vida" inconsciente,
rector del psiquismo humano. Después de la primera guerra mundial, organizó las
clínicas de orientación de niños en Viena, siendo propiamente el primer
psicólogo/psiquiatra infantil. Entre 1927-28, Adler dio una serie de
conferencias en los Estados Unidos. La popularidad de Adler radicaba en la
accesibilidad y optimismo de sus teorías, en comparación con las de sus
contemporáneos Freud y Jung. El modelo de la psicología adleriana concibe la
psicopatología como expresión extrema del egocentrismo del sujeto contra los
intereses de la cooperación social o "sentimiento de comunidad".
La psicoterapia
y la pedagogía adleriana tienen como finalidad el desarrollo de la cooperación
humana salvando los obstáculos que impone el estilo de vida hacia la compensación
de la inferioridad percibida. La psicología individual parte de la idea de que
el hombre es un individuo que se mueve hacia una meta determinada y defiende el
estudio del enfoque teleológico (hacia fines) que investiga la meta de una
persona de tipo inconsciente. Las metas son construidas subjetivamente ya en la
época infantil, influida por el ambiente o constelación familiar, y por la
aspiración del niño a compensar su sentimiento de inferioridad. La relación
entre la meta y los modos de alcanzarla configuran la personalidad del sujeto.
Otras de las
obras de Adler son: "La práctica y la teoría de la psicología
individual" de 1920, "Comprensión de la naturaleza
humana" de 1928-1930, "La educación de los niños" de
1929, "Superioridad e interés social" (obra póstuma de 1965).
Complejo
de inferioridad y superioridad
En sus teorías
se definen y estudian los complejos de inferioridad y superioridad como ejes de
su corriente.
El complejo de
inferioridad considera la percepción de desarraigo que un individuo
obtiene a causa de haber padecido una infancia mala, plena de burlas,
sufrimientos, rechazos, etcétera.
Con más detalle
puede describirse al complejo de inferioridad, en la ciencia de la psicología y
el psicoanálisis, como el sentimiento en el cual, de un modo u otro, una
persona se siente de menor valor que los demás, lo cual, normalmente, sucede en
forma inconsciente y lleva a los individuos afligidos a sobrecompensarlo. Pero
esto último, a su vez, plantea una alternativa. Porque la necesidad de
sobrecompensación puede resultar o bien en exitosos logros o bien en
comportamiento esquizotípico severo. Así, un sentimiento normal de inferioridad
puede actuar como motivación para alcanzar objetivos, mientras que un complejo
es un estado avanzado de desánimo y evasión de las dificultades.
Respecto del complejo de
superioridad, Adler considera que es un mecanismo inconsciente,
neurológico, en el cual el individuo trata de compensar sus sentimientos de
inferioridad, resaltando aquellas cualidades en las que sobresale.
En términos más
técnicos, para Adler, el complejo de superioridad es la consecuencia del
proceso de transferencia que busca esconder la inferioridad percibida, con la
pretensión de ser superior a los demás, en algún aspecto vital. La percepción
de superioridad es la consecuente reacción a un sentimiento de inferioridad no
expresado externamente, maximizando hacia el exterior aquellos aspectos en que,
por transferencia de objetos, o por observación diferencial, consideramos
destacar del comportamiento colectivo aparente. Es una maximalización subjetiva
del hecho sincrónico que nos lleva a buscar aquello que los demás consideran
insólito, en nosotros mismos.
Pero,
básicamente, el complejo de superioridad se manifiesta como una afectación de
la personalidad que conduce a la adopción de posturas prepotentes o arrogantes
en el trato con los demás.
El síndrome de
superioridad es una consecuencia de un previo complejo de inferioridad mal
resuelto. Quien no siente la "inferioridad", no precisa exhibir su
"superioridad"; por otra parte, quien es claramente superior, es así
percibido por los demás, sin requerir una manifestación mayor.
De todas maneras
es importante advertir que un individuo, aunque exhiba comportamientos
autoritarios y arrogantes, o desarrolle actitudes de prepotencia, no
necesariamente se hallará en un auténtico "complejo de superioridad",
si no es consecuencia de una percepción previa de ser inferior en algo. Y esto,
por cierto, dicho al margen de lo disvalioso que pudieren resultar sus
actitudes en la convivencia social. La motivación del individuo debe quedar
esclarecida mediante el diagnóstico, a fin de evitar errores de terapia.
Los complejos de
superioridad e inferioridad son a menudo presentados ambos por las mismas
personas, y se manifiestan de maneras diferentes. Sin embargo, los dos
complejos pueden existir el uno sin el otro.
Influencia
Adler formó
muchos discípulos, si bien muchos de los más importantes se separaron de su
escuela como Oswald
Schwarz, Rudolf Allers y Viktor Frankl (fundador de la Logoterapia), que conformaban un grupo dentro
del adlerismo que abogaba por una fundamentación de la teoría de Adler desde la
antropología
filosófica. También se separó de él el conocido psiquiatra y
caracterólogo Fritz
Künkel, fundador de la psicología del "Nosotros". Fueron
además discípulos de Adler su hija Alexandra
Adler, Hans y Rowena Ansbacher, Erwin
Wexberg y Rudolf Dreikurs,
entre otros.
Sin ser
propiamente sus discípulos, se puede encontrar la huella de la influencia de
Adler en los neopsicoanalistas Karen Horney y Erich Fromm, en el fundador de la Psicología de
la personalidad Gordon Allport, y en Albert Ellis, fundador de la Terapia
racional emotiva conductual (TREC).
Obras
- El doctor como educador.
- Estudio sobre la inferioridad de los órganos y su compensación psicológica.
- El carácter neurótico.
- La práctica y la teoría de la psicología individual (1920).
- Conocimiento del hombre (1926).
- Comprensión de la naturaleza humana (1928-1930).
- La educación de los niños (1929).
- La ciencia de vivir (1957)
- Superioridad e interés social (obra póstuma de 1965).
Néstor
Martín-Fernández de la Torre (Las Palmas de
Gran Canaria, Canarias; 7 de febrero de 1887
- 6 de febrero de 1938),
conocido como Néstor, fue un pintor que participó ampliamente de las
corrientes simbolista y modernista europeas, dejando una obra
considerada, de forma unánime por los expertos,
imprescindible para conocer en detalle esos movimientos artísticos.
Jaime Ramón
Mercader del Río (Barcelona, 7 de febrero de 1913
- La Habana, 19 de octubre de 1978)
fue un militante comunista español y agente del servicio de seguridad soviético
NKVD, conocido por asesinar en 1940 a León Trotski. En recompensa, recibió la
ciudadanía soviética y fue nombrado Héroe de la
Unión Soviética.
Ramón Mercader
fue el segundo hijo de un matrimonio de la burguesía barcelonesa formado por Pablo
Mercader Medina y de Caridad del Río
Hernández. Su padre pertenecía a una próspera familia del negocio
textil. Caridad del Río había nacido en Santiago de Cuba en el seno de una
familia acaudalada de origen peninsular. Tras asentarse en Barcelona antes de
la independencia cubana,
recibió una esmerada educación. Tras prometerse en 1908, Pablo y Caridad se
casaron en Barcelona el 7 de enero de 1911. La joven esposa adoptó el apellido
de su marido y sería conocida a partir de entonces como Caridad o Caritat
Mercader. La
pareja tuvo cinco hijos: Jorge (n. 1911), Ramón (n. 1913), Montserrat (n.
1914), Pablo (n. 1915) y Luis (n. 1923).
Pablo Mercader
tenía un carácter afable, políticamente se alineaba con el nacionalismo
conservador catalán —su hijo Luis afirmó, sin embargo, que militó
posteriormente en Estat Catalá— y
había sido miembro del somatén.
Caridad del Río no tenía opiniones políticas conocidas en el momento de su
matrimonio. Sin embargo, el matrimonio no fue feliz y, tras los primeros años
de convivencia, comenzó a naufragar y Caridad empezó a distanciarse de su
marido y de su clase social. A principios de la década de 1920, la madre de
Ramón empezó a frecuentar ambientes marginales.
En pleno auge del pistolerismo en Barcelona, frecuentó círculos anarquistas,
llegando incluso a proporcionarles información con la que atentar contra los
intereses empresariales de los Mercader. En la misma época, o quizá como causa
de la transformación experimentada por Caridad Mercader, comenzó el deterioro
de la posición económica del matrimonio. Cuando en 1921 murió el patriarca de
la familia Mercader, su primogénito, Juan, el hereu,
quedó al frente de las empresas familiares. Sin embargo, las administró de
forma ruinosa, el negocio se fue a pique y finalmente huyó con su familia a
Argentina. El resto de la familia Mercader quedó en una posición económica
precaria, y
el matrimonio Mercader-Del Río, con sus hijos, tuvo que mudarse a un piso más
modesto en la calle Ample (o Ancha), en el Barrio Gótico, junto a la basílica
de la Merced.
Otro factor que
contribuyó al fin del matrimonio de sus padres fue la relación que Caridad
estableció con el aviador francés Louis Delrieu. En 1919, mientras Caridad pasaba una temporada en una propiedad de la familia cerca de Alicante, Delrieu, que hacía la línea de Latécoère (posteriormente Aéropostale) entre Toulouse y Casablanca, tuvo que hacer un aterrizaje de
emergencia en las proximidades —la identidad del aviador fue
establecida en 2013 por Gregorio Luri.
Louis y Caridad se enamoraron y se convirtieron en amantes, si bien no se sabe
con exactitud cuándo. Todos estos escándalos llevaron a las familias Del Río y
Mercader a tomar medidas drásticas. Una noche de 1923, enfermeros del Manicomio de la
Nueva Belén de Sant Gervasi, acompañados por los hermanos de
Caridad,entraron en su casa, le pusieron una camisa de fuerza y la ingresaron. Su marido y
sus hermanos consideraron preferible que se la creyese loca a que acabase en
prisión.
Allí estuvo tres meses incomunicada, sometida a un tratamiento
extraordinariamente agresivo, con frecuentes duchas de agua fría y sesiones de electrochoque. Nunca perdonó a su familia esta
experiencia traumática y, a partir de entonces, se consideró desligada de
cualquier compromiso con su familia o clase social.
Cuando logró salir de la institución psiquiátrica decidió cambiar radicalmente
de vida y cortar toda relación con su familia.
En una fecha indeterminada entre 1924 y 1925,
Caridad Mercader tomó a sus cinco hijos y se fue a vivir con Delrieu a la
localidad francesa de Dax, en Las Landas.
Allí vivió con su amante y con sus hijos hasta 1928, cuando este decidió poner
fin a la relación. Poco después de trasladarse a Toulouse, donde regentó un restaurante,
Caridad Mercader intentó suicidarse. Al ser avisado, el padre de Ramón, Pablo
Mercader, viajó a la ciudad francesa y se hizo cargo de Montserrat, Pablo y
Luis, los tres hermanos pequeños de Ramón. Jorge y Ramón se quedaron en
Toulouse, en cuya Escuela de Hostelería estudiaban, el primero para jefe de cocina,
el segundo para maitre de hotel.
Por su parte, Caridad evolucionó hacia el marxismo, tomando contacto con el
partido socialista francés (SFIO) y posteriormente con el
Partido Comunista
Francés (PCF).
En 1931, al
proclamarse la República
en España, Ramón volvió a Barcelona, donde logró un empleo en el hotel Ritz.
Tanto sus hermanos, Jorge y Montserrat, como su madre, permanecieron en
Francia. Según su hermano Luis, Ramón le confesó que, cuando su madre retornó a
España, expulsada de Francia en 1935, él era un comunista convencido desde
varios años antes.
Hacia 1933, Ramón Mercader hizo el servicio militar en una unidad de gastadores (zapadores), en la que llegó a ser cabo.De acuerdo con lo narrado por su hermano Luis, quiso seguir la carrera militar,
pero fue rechazado, debido a su militancia comunista. En palabras de Luis,
Ramón era «un hombre muy inteligente, enérgico y decidido. Esbelto, alto (un
metro 85 centímetros) y muy simpático; vestía siempre con elegancia. Hacía
gimnasia y doblaba una moneda de cobre de diez céntimos con tres dedos».
En Barcelona, Ramón militó en el Partido
Comunista de Cataluña (PCC), la minúscula rama catalana del PCE.
Se sabe que en 1935 tuvo un romance con la militante comunista Marina Ginestà, que luego se haría célebre por
la icónica foto que le tomó Juan Guzmán
el 21 de julio de 1936 en la azotea del Hotel
Colón de Barcelona.
Ya
por entonces era considerado un mujeriego, tal como confirmaron tanto la propia
Ginestà
como su amiga Teresa Pàmies.
Se cree que participó en la insurrección de octubre de 1934,
pero sin resultar detenido posteriormente.
El 12 de junio de 1935, Ramón fue detenido en Barcelona junto con otros
diecisiete militantes comunistas, cuando participaba en la reunión de una
célula comunista que, camuflada bajo la forma de una peña literaria y
recreativa denominada Miguel de Cervantes, se reunía en el Barrio Chino.
Tras su detención fue transferido después a la cárcel
modelo de Valencia, siendo liberado tras el triunfo del Frente Popular,
en febrero de 1936
—la ficha policial de Ramón Mercader sería posteriormente muy importante para
establecer la identidad del asesino de Trotski—.
A finales de ese mes se
publicó una foto en la prensa en la que aparecía en la cabecera de una
manifestación, junto con otros jóvenes comunistas, celebrando la liberación de Companys del penal del
Puerto de Santa María.
Tras su liberación, Ramón no pudo volver a su trabajo en el Ritz y tuvo que
ganarse la vida dando clases de catalán. Ramón fue en este periodo un activo
militante de las Joventuts
Comunistes de Catalunya, las juventudes del PCC, que se integraron
en junio de ese año en las Joventuts
Socialistes Unificades de Catalunya (JSUC, formada por la fusión de
las organizaciones juveniles comunistas y socialistas de Cataluña).
Junto a
otros compañeros de las JSUC, colaboró en la organización de la llamada Olimpiada Popular, evento multideportivo
que iba a celebrarse como respuesta a los Juegos
Olímpicos de Berlín en julio de ese año en Barcelona. Ramón era el
capitán del equipo de equitación —«un vestigio del pasado burgués en el que
tanto él como sus padres practicaban la hípica»—.
Guerra
Civil Española y agente del NKVD
En 19 de julio
de 1936 se produjo la sublevación
de la guarnición barcelonesa. Ramón participó activamente en los
combates contra las tropas alzadas y, tras el fracaso del levantamiento, partió
hacia el frente de Aragón,
en la columna
Trueba-Del Barrio, formada mayoritariamente por militantes del PSUC
y de la UGT
catalana.
Según el pintor Josep Bartolí, que combatió en la misma unidad
que Ramón, tanto su madre, Caridad, como su hermano Ramón, formaban parte de la
misma columna,
Ramón resultó herido en el frente, en Tardienta, semanas después de que su madre
hubiese resultado también herida.
Ambos coincidieron en un hospital en Lérida —allí le conoció Teresa Pàmies, entonces joven militante de las
Joventuts
Socialistes Unificades de Catalunya en Lérida y posteriormente
dirigente del PSUC, cuando fue a visitar a su madre—.
Ramón era
exaltado, simpático y alto. La sublevación del 18 de julio de 1936 lo pilló
en Barcelona organizando la «Olimpiada Popular» pues [...] era un deportista
notable. Este rasgo de su formación hizo de él un buen comandante, algo
presumido, es cierto, pues le gustaba horrores lucir buen uniforme y calzar
polainas sobre unos pantalones de montar color café con leche. Era, como
suele decirse, un muchacho guapo, apuesto y simpático. Las chicas se lo
disputaban. Le conocí tantas novias que he perdido la cuenta. Pero Ramón
Mercader amó a Lena
Imbert más que a ninguna. La quiso de verdad y la muerte de la
muchacha debió afectarle profundamente.
—Pàmies, Teresa, Cuando éramos capitanes,
Dopesa, Barcelona, 1975, p. 111.
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Cuando se
recuperó de sus heridas, Ramón Mercader fue evacuado a Barcelona, donde se le
confió el mando de la columna Lina Odena, también formada mayoritariamente por
comunistas catalanes. La columna fue enviada en noviembre al frente madrileño, donde participó en los
combates que tuvieron lugar en la Casa de Campo. Diezmada, la unidad fue
evacuada a Cataluña. En Barcelona, Ramón participó en la creación del batallón
Jaume Graells, de las Juventudes
Socialistas Unificadas, que se integraría en la columna Carlos Marx,
transformada ya en la 27.ª División del ejército
de la República, y del que fue comandante. El batallón hacía la
instrucción en un convento requisado en Sarrià, el cuartel Vorochilov.
El estado mayor de la unidad se encontraba en un palacio situado en las
inmediaciones, en el paseo de la Bonanova,
que había pertenecido a un familiar de los Mercader, que fue requisado
personalmente por Ramón.
Se cree que su
madre fue reclutada por el NKVD a principios de 1937 por
Leonid Eitingon y
que poco después fue la propia Caridad quien persuadió a su hijo para que
también se pusiese al servicio de los soviéticos. Se conoce un episodio narrado
por Luis Mercader según el cual, poco después de volver de México, en invierno
de 1937 —Luis no precisó la fecha—, su madre y él visitaron el frente
madrileño, donde se encontraba Ramón. Ramón y Caridad tuvieron una larga
conversación, cuyo propósito fue, según Luis, convencer a Ramón de que se
uniese también al NKVD. Meses después, en abril, Luis habría
sacado sus conclusiones: «...me enteré de que mi madre estaba relacionada con los
soviéticos (los llamábamos así). Después comprendí que mi hermano Ramón
estaba relacionado con ellos».
Se ha postulado
generalmente que fue en el verano de dicho año cuando Ramón desapareció de
España para recibir adiestramiento. Así lo describió Luis Mercader, sin citar
dónde tuvo lugar dicho entrenamiento.
—autores como Wilmers, Levine o Gorkin afirmaron, de hecho, que fue en la
Unión Soviética—.
Sin embargo, existen varios testimonios que sitúan a Ramón Mercader en España
durante 1937 e incluso durante 1938. Teresa Pàmies narró varios encuentros con
Mercader en 1937 —según ella habría visitado al antiguo batallón Jaume Graells
en la zona de la Alcarria en octubre, a cuyo frente se encontraba Mercader;
después de este episodio, narró como se encontró posteriormente a Ramón
Mercader en Barcelona, hospitalizado debido a la disentería—.
Pável Sudoplátov
relató cómo cuando aún era un simple agente del NKVD
asesinó en Rotterdam a finales de mayo de 1938 al
dirigente opositor ucraniano Yevhen Konovalets y que, en su huida hacia la
Unión Soviética, pasó tres semanas en Barcelona, donde habría conocido a Ramón
Mercader.
Por otra parte, la documentación conservada por el Servicio
Federal de Seguridad (sucesor del KGB)
afirma que Ramón recibió su instrucción en Francia
—eso coincide con el testimonio de Luis Mercader, que sostuvo que Ramón estuvo
por primera vez en la Unión Soviética en 1960, tras salir de la cárcel en
México—.
Según Sudoplátov, Eitingon habría enviado a Ramón a París en el verano de ese
año,
con el objetivo de infiltrarse en las organizaciones trotskistas francesas.
Aunque Stalin no había dado aún la orden de asesinar a Trotski, el NKVD había comenzado a preparar la
operación, si bien Mercader aún no estaba involucrado directamente en el
asunto.
León Trotski, que había sido uno de los colaboradores más fieles de Lenin,
vivía exiliado desde enero de 1937 en México, tras ser obligado a dejar Noruega por las presiones del gobierno
soviético. Gracias a las gestiones de los trotskistas estadounidenses a través
de Diego Rivera, el presidente mexicano Lázaro Cárdenas
había accedido a concederle asilo.
Según el
testimonio de Clemence Béranger,
Ramón se habría trasladado a París —donde ya se encontraría su madre desde
hacía «algún tiempo»— en alguna fecha indeterminada de 1938.
Instruido por Eitingon, Ramón debía seducir a Sylvia
Ageloff, una trabajadora social y trotskista estadounidense, a la
que debería utilizar para introducirse en el entorno de Trotski. Ramón Mercader
utilizaba la falsa identidad de Jacques Mornard, supuesto hijo de un
diplomático belga. Ageloff llegó a París a finales de junio de 1938,
de vacaciones y con el objeto de aprovechar el viaje para asistir a la reunión
fundacional de la Cuarta Internacional.
No sabía que su casual encuentro con Mornard-Mercader había sido preparado por
la inteligencia soviética. Mercader sedujo a Sylvia Ageloff y continuó su
relación con ella hasta la partida de esta a Nueva York, en febrero de 1939. A
partir de entonces, continuaron escribiéndose, lo que no le impidió a Ramón
probar otras formas de acercarse al círculo de Trotski. Tras su asesinato, Frida Kahlo declaró que había coincidido con
Mercader durante su estancia en París (enero-abril de 1939). Este le habría
pedido que le ayudase a encontrar una casa cerca del domicilio de Trotski en Coyoacán, en las afueras de la Ciudad de
México a lo que Kahlo se negó.
Intervención
en el asesinato de Trotski: la operación Pato
Estado actual de la casa de
Trotski en Coyoacán, en la actualidad Museo Casa de
León Trotsky.
En marzo de
1939, Pável Sudoplátov,
ya director del departamento de Operaciones Especiales, recibió de Stalin la
orden explícita de acabar con la vida de Trotski.
Eitingon, que acababa de llegar a Moscú, diseñó por orden de Sudoplátov la
operación Utka o Pato. El plan no fue perfilado hasta julio y solo a
principios de agosto fue aprobado personalmente por Stalin.
La operación Pato comprendía varios operativos formados por comunistas
españoles y mexicanos reclutados durante la Guerra Civil Española. Uno de ellos
estaba dirigido por el muralista mexicano David Alfaro
Siqueiros y tenía el objetivo de asesinar al líder exiliado; el otro
lo formaban Caridad y Ramón Mercader.
Este debía ocuparse únicamente de labores de vigilancia y recogida de
información. La participación de madre e hijo estaba prevista desde la primera
versión del plan.
En el verano de
1939, Eitingon viajó a París desde la Unión
Soviética y pasó un par de meses entrenando a Caridad y a Ramón. Ambos viajaron
a Nueva York a finales de agosto. La
coincidencia con el inicio de la Segunda Guerra
Mundial hizo que, desde Moscú, se dieran órdenes de suspender el
traslado de Eitingon y los Mercader a América, pero dichas órdenes no fueron
seguidas.
Ramón se quedó unas semanas en Nueva York antes de trasladarse a primeros de
octubre a la Ciudad de México, desde donde convenció a Sylvia Ageloff para que
se reuniera con él. En septiembre, su madre y Eitingon viajaron a México
también. La
madrugada del 23 al 24 de mayo, un grupo de pistoleros encabezados por
Siqueiros asaltó la casa de Trostki en Coyoacán sin llegar siquiera a herirlo.
Sentencia condenatoria a Ramón
Mercader, Jacques Mornard, por la Sexta Corte Penal de México D.F., el
27 de junio de 1944.
Eitingon tuvo
que informar del fracaso de la operación. La noticia llegó a Moscú a través de
un mensaje llevado por un correo a Nueva York y radiado en clave desde allí a
la capital soviética. A la llegada del mensaje, Stalin se enfureció y mandó
llamar a Sudoplátov y Beria, que le
explicaron que se pondría en marcha el plan alternativo.
Ramón llevaba varios meses en México, bajo una falsa identidad y como novio de
Sylvia Ageloff, y se había dedicado únicamente a la recopilación de
información, sin haber tratado personalmente a Trotski. Pocos días después del
fallido intento llevado a cabo por el grupo de Siqueiros, Ramón Mercader
conoció finalmente a Trotski a través de su relación con Ageloff. A finales de
junio viajó por diez días a Nueva York para recibir instrucciones.
Después de
varios meses en los que Ramón cultivó la relación con el líder exiliado, en la
mañana del 20 de agosto de 1940
fue recibido a solas por el dirigente comunista. Mercader supuestamente le
traía unos escritos. Trotski se acercó a la ventana con el objeto de leer mejor
y en ese instante Mercader le descargó un feroz golpe con un piolet en la cabeza (nuca), enterrando
profundamente la herramienta en el cráneo de Trotski.
Aun así, Trotski no pereció
instantáneamente y sobrevivió entre espasmos y convulsiones durante unas 12
horas más antes de fallecer. Sylvia Ageloff, al conocer la verdadera naturaleza
del interés de Ramón por ella, intentó suicidarse. Detenido por los guardias de
Trotski y las autoridades mexicanas, se identificó como Jacques Mornard,
fue condenado por asesinato a veinte años de prisión. En principio, la
declaración de Mercader fue que tenía problemas personales con Trotski.
Según afirmó
Sudoplátov, inicialmente Eitingon y Caridad Mercader habían planeado un ataque contra
la casa de Trotski en el momento en el que Ramón estuviera dentro. Este
aprovecharía la confusión para disparar contra su objetivo. Ramón se mostró en
desacuerdo con el plan y decidió encargarse él mismo de asesinar en solitario a
Trotski.
Estado actual del despacho
donde Trotski fue asesinado por Ramón Mercader.
Trotski moriría
al día siguiente. Según el plan acordado, Caridad Mercader y Eitingon esperaban
a Ramón en las inmediaciones de la casa-fortaleza de Trotski en un coche —otras
fuentes hablan de dos—
para ayudarle a escapar.
Se dieron cuenta de que el atentado había fracasado en
cuanto observaron el ajetreo y oyeron las sirenas de las patrullas de la policía sin que Ramón hubiese salido, ante lo
cual huyeron del lugar y abandonaron con rapidez el país. No obstante, según el
testimonio del que luego sería abogado de Ramón Mercader, Eduardo
Ceniceros, fue Caridad quien, antes de salir ilegalmente del país,
hizo las gestiones necesarias para que su hijo recibiese asistencia letrada. El
elegido, a sugerencia de Lombardo Toledano, fue Octavio Medellín Ostos.
Caridad no le reveló la identidad del presunto asesino de Trotski ni que era su
hijo: «Fíjese, licenciado, lo que ha hecho este chico. Es hijo de una queridísima
camarada que se encuentra fuera de México y yo, en razón de esa amistad con la
madre, he venido a solicitar que se hagan cargo de su defensa».
Caridad Mercader finalmente llegó a Moscú casi un año después del asesinato de
Trotski, en marzo de 1941. El 17 de junio, Lavrenti Beria, el director del NKVD, organizó
un gran recibimiento en el transcurso del cual el presidente del Presidium del Sóviet Supremo de la Unión Soviética,
Mijaíl Kalinin,
condecoró a Caridad Mercader con la Orden de Lenin. Para Ramón se reservaba la
estrella de Héroe de la
Unión Soviética.
La
operación Gnomo
Stalin había
decidido que Ramón Mercader tenía que ser liberado y ordenó que se preparara
una operación para conseguirlo. Las primeras referencias al plan datan del 30
de mayo de 1943.
A
finales de 1943, la Unión Soviética abrió embajada en México, lo que
proporcionó cobertura legal a la estación del NKVD —rezidentura, en la
terminología soviética— en dicho país. Sus objetivos principales eran dos: dar
cobertura a las operaciones de espionaje que los soviéticos realizaban para
conocer los secretos de la bomba atómica estadounidense y sacar a
Mercader de la cárcel.
La operación, con el nombre clave de Gnomo —que era el nombre asignado a
Mercader—, estudió diversas estrategias para que Mercader huyera de prisión, en
la que debían intervenir operativos soviéticos y comunistas mexicanos y
españoles exiliados en el país. En verano de 1943, Jesús Hernández
fue enviado a México junto con Francisco Antón.
Además de las tareas relacionadas con la reorganización del PCE en el país
americano —parte también de su intento por tomar el control del partido
sucediendo al recién fallecido José Díaz como secretario general—, Hernández
también trabajaba para el NKVD y tenía como objetivo reforzar el trabajo de la rezidentura
en México y de las operaciones que llevaba a cabo.
A finales de
1943 el rezident soviético diseñó un plan por el que Mercader podría
huir durante una de las salidas de la cárcel para ir a declarar al juzgado.
Aprovechando una reducción de la guardia que había de custodiarlo, Mercader
sería introducido en un coche y sacado del país. Eitingon, bajo el nombre clave de Tom, debía
coordinar el plan.
La
operación resultó un fiasco. A la incapacidad, la desconfianza y las rencillas
entre los operativos soviéticos, españoles y mexicanos, se unió la inesperada
presencia en el país de Caridad Mercader.
Al parecer se embarcó personalmente en una serie de gestiones con autoridades
mexicanas para conseguir la libertad de su hijo. De hecho, según Ceniceros,
madre e hijo incluso pudieron verse personalmente, fuera de la prisión.
La aparición en escena de Caridad Mercader y sus gestiones habrían alertado a
las autoridades mexicanas, que endurecieron el régimen carcelario de Ramón, de
forma que los intentos de conseguir su huida habrían resultado infructuosos.
Como narró Luis, «[Caridad] conocía a mucha gente importante de allí [...] y,
probablemente, fue implorando de uno a otro. Pero lo que hizo fue levantar la
liebre y como consecuencia se derrumbó todo lo que se había organizado».
A
consecuencia de ello, los soviéticos ordenaron a Caridad que dejase México de
inmediato, y no volvieron a plantearse más intentos para sacar a Ramón Mercader
de la prisión, el cual tuvo que cumplir completa su pena de veinte años de
reclusión en la prisión de Lecumberri.
Casi todos los autores que han tratado el tema, al igual que el propio Ramón,
atribuyeron el fracaso, en todo o en parte, a la presencia de Caridad allí. De
hecho, Ramón nunca perdonó a su madre por su interferencia en la operación y la
consideró responsable del periodo adicional que tuvo que pasar encarcelado:
«Tuve que pasar dieciséis años de cárcel por su culpa»
Sin embargo, jamás se lo echó en cara.
La
relación de Ramón con su madre
Numerosos
historiadores y publicistas han presentado a Caridad Mercader como una persona
fanatizada que empujó a su hijo al asesinato. Leonardo Padura
describió a Caridad de la siguiente forma: «Caridad del Río no solo había sido
quien educó a su hijo en el odio y lo puso en contacto con los oficiales del
tétrico NKVD soviético encargados de concebir y ejecutar el asesinato, sino que
lo alentó e impulsó en su misión hasta esa misma tarde del 20 de agosto, cuando
a bordo de un auto y en compañía del creador del plan, vio entrar a Ramón
Mercader en la casa de Trotsky y en las cloacas de la historia del siglo».
Similar análisis hizo Gorkin cuando afirmó en primer lugar que «un tenebroso
aparato policiaco convirtió a Caridad en una terrorista, madre de un asesino»,
añadiendo que Ramón fue sacrificado al «fanatismo ciego que profesaba». La
descripción sería corroborada con las confidencias que según Castro Delgado le
había hecho Caridad durante su estancia en la Unión Soviética: «He hecho de
Ramón un asesino».
Luis Mercader,
sin embargo, planteó una visión totalmente distinta. Según el pequeño de los
Mercader, Caridad no habría tenido una gran influencia ni sobre Ramón ni sobre
ninguno de sus hijos, debido a que, en realidad, vivió poco tiempo con ellos.También citó cómo su hermano le había contado que fue él quien se ofreció
voluntario para cometer el asesinato, simplemente por ayudar a Eitingon a
cumplir su misión.
Por su parte,
Gregorio Luri apunta una tesis novedosa para justificar el que Caridad
reclutase a su hijo, lo que a la postre le puso en el camino de cometer un
magnicidio. Según Luri, Caridad reclutó a su hijo para alejarle del frente y
que no corriese la suerte de su hermano Pablo, muerto en acción de combate unas
semanas antes.
Últimos
años
En agosto de 1953
se supo su verdadera identidad. El 6 de mayo de 1960 Ramón Mercader acabó su
condena, y pudo viajar a Moscú con un pasaporte checoslovaco. Allí, donde seguía viviendo su
hermano Luis, se estableció con su esposa Roquelia. En la estructura de la KGB
llegó a coronel, siendo condecorado en secreto como Héroe de la
Unión Soviética con la Orden de Lenin y la Medalla
de Oro (No. 11089), la más alta distinción soviética, cumpliéndose
la promesa que le había hecho Leonid Eitingon. La condecoración la recibió
en persona directamente de manos del entonces director de la KGB, Alexander Shelepin.
Acceso al cementerio de
Kúntsevo en Moscú, donde se encuentran enterradas las cenizas de Ramón
Mercader.
Pasó sus últimos
años viviendo entre Moscú y La Habana, donde murió de cáncer en 1978.
Está enterrado en el cementerio moscovita
de Kúntsevo, reservado a Héroes de la Unión Soviética, bajo un
nombre falso Ramón Ivánovich López (Рамон Иванович Лопес), cerca de las
cenizas del famoso agente doble Kim Philby. También tiene un lugar de honor en
el museo del KGB de Moscú.
En
la literatura y el cine
Joseph Losey dirigió en 1972 la película El
asesinato de Trotsky, con Richard Burton, Alain Delon y Romy Schneider como principales protagonistas.
Existe un documental sobre Ramón Mercader, Asaltar
los cielos, de 1996, dirigida por José
Luis López Linares y Javier
Rioyo. Antes de tratar la figura de Ramón Mercader, trata la de su
madre, Caridad.
Jorge Semprún publicó en 1969 la novela La segunda muerte de Ramón Mercader sobre
el asesinato de Trotsky. En la obra El hombre
que amaba a los perros, de Leonardo Padura, se novela el largo exilio de
Trotsky hasta su asesinato en México, la vida de Ramón Mercader y la de un
joven cubano, Iván, que conoce al asesino mientras pasea a dos galgos rusos por
la playa.
Del año 2016 es
la película El elegido,
de Antonio Chavarrías,
cuyo protagonista es Alfonso Herrera.
Cuenta la historia de Ramón durante la operación del asesinato de Trotsky.
El Asesino
Obediente de John P. Davison (2016) es otra buena novela sobre Ramon Mercader y
el asesinato de Trotsky.
Marco
Antonio Montes de Oca (Ciudad de México, 3 de agosto de 1932
- ibídem, 7 de febrero de 2009)
fue un poeta y pintor mexicano, autor de una extensa e influyente obra poética.
Formado en Filosofía y
Derecho en la UNAM,
tuvo una destacada labor en el ámbito cultural. Fundó la filial mexicana del Pen Club
de la cual fue secretario; presidió la Asociación de Escritores de México
(1976-1978) y ejerció como redactor y asesor de la Coordinación de Humanidades
de la UNAM, donde además dirigió la Colección Poemas y Ensayos. Fue profesor de
la Universidad de Essex,
Inglaterra. De 1978 a 1980 ocupó el cargo de agregado cultural de México en
España.
Colaboró en numerosas
publicaciones literarias como el suplemento cultural de Excélsior,
Plural, Vuelta, La Palabra y el Hombre, La Vida
Literaria, Novedades, Pájaro Cascabel, Revista Mexicana de Literatura, Revista
Universidad de México, Cuadernos del Viento, El Rehilete y Estaciones.
Fue becario en dos
oportunidades del Centro Mexicano de Escritores: de 1955 a 1956 y de 1960 a
1961. Obtuvo dos veces la beca Guggenheim: de 1967 a 1968 y de 1970 a
1971. También accedió a la beca del Fondo
Nacional para la Cultura y las Artes de 1989 a 1990.
En 1959 obtuvo el premio Xavier
Villaurrutia por Delante de la luz cantan los pájaros, en
1966 el Premio
Mazatlán de Literatura, en 1984 el Premio Zacatecas por Tablero
de orientaciones y en 1985 el Premio Nacional de Literatura y Lingüística.
Su poesía se caracteriza
por el dominio de la metáfora y su rigurosidad
en el manejo del idioma. Según el poeta y crítico literario José María Espinasa:
Su manera de entender el poema tenía que ver con una
especie de río de imágenes, era abrumador porque nos llevaba en una corriente
caudalosa. Esto marcó mucho la lírica mexicana. En los años posteriores hubo
cambios de estilo en los poetas. Montes de Oca tiene una obra muy extensa;
conseguía eso que decía Paz: ser distinto en
cada libro pero seguir siendo el mismo.
A propósito de su obra,
Montes de Oca dijo:
Lo que quiero es robar imágenes, almacenar mis tesoros de
lágrimas con fuego adentro. Lo que quiero son mis metáforas, mis imágenes, mi
infinita persecución y búsqueda de una verdad que afortunadamente ignoro y de
la cual sólo conozco lo necesario para seguir buscándola.
Sus principales obras
poéticas fueron Ruina de la infame Babilonia (1953) y Delante de la
luz cantan los pájaros (1959). Escribió una autobiografía (1967) y un libro de cuentos (Las
fuentes legendarias, 1966). Montes de Oca también se dedicó a la pintura y
a la escultura.[2]
Falleció el 7 de febrero de 2009 en Ciudad de México, de un IAM.
José Manuel
Mijares Morán (México, 7 de febrero de 1958)
es un cantante mexicano.
FUENTE:
WIKI & YOUTUBE
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