¡ Adiós, al Maestro Rius!
Por:
Enrique Carbonell
Una
mala noticia nos dio el amanecer del día de hoy 8 de agosto, cuando en los
primeros diarios nacionales y en redes sociales nos informan que el gran
caricaturista michoacano, zamorano, falleció ésta madrugada.
Se nos adelantó nada más el genial caricaturista,
escritor y activista del vegetarianismo y defensa del ambiente, Eduardo del
Río, mejor conocido como Rius; quien murió a la edad de 83
años en su casa en Tepoztlán, Morelos, a la edad de 83 años.
Dicen
y con mucha razón, algunos intelectuales y analistas políticos, que muchos
jóvenes de las generaciones a partir de los setentas, nos iniciamos, o
complementamos nuestras lecturas académicas, con el humor y la ilustración que
nos dejaban las historietas, biografías y reseñas de movimientos sociales mundiales
de Rius. Que gracias a su gran capacidad crítica, transmisor de conocimientos
de Historia, Sociología, etc., muchos se inclinaron a la lectura como buen
hábito; ya que plasmaba en sus humorísticos personajes, reyes, cesares, dioses,
dictadores, presidentes, papas, etc. Y nos explicaba de manera sencilla pero
informada del socialismo, judaísmo, comunismo y sus ideologías y creencias.
Cómo no recordar a Marx para
principiantes, y las Revoluciones Rusas,
Mundiales o Religiosas, como sus Criminales
Guerras, e Inquisiciones Satánicas.
En
sus trazos nos transmitía y atraía junto con su ilustración gráfica completa, nos envolvía con su genial intelecto, así
muchísimos mexicanos de esas épocas nos iniciaba en la lectura, nos conminaba a
ser más y mejores lectores, a pesar de la mala fama que los mexicanos se nos ha
señalado al estigmatizarlos que no leemos, sólo sin los libros tengan
“monitos”, o si las historietas sean “pórnos”. Y la gran hazaña del genial Ruis, era que con esos “monos”,
invitaban a mucha gente a leer.
Y
sí, las caricaturas atraían cual imágenes mágicas a leer y enterarnos de manera
muy accesible (“amigable” dicen en términos computacionales) agradable,
simpática y al mismo tiempo sarcástica, picaresca, y hasta grotesca; pues
representaba a cada uno de sus personajes en sus libros e historietas,
retratándolos con sus defectos y virtudes, o con sus flaqueza, vilezas, o
grandezas y glorias. Lo mismo hacía en sus imágenes que le publicaban en
revistas como: Proceso, Siempre!, Sucesos o Política; en periódicos y revistas
tanto derechistas como de izquierda: El Universal, La Jornada, La Prensa, El
Chamuco, El Chahustle, y desde luego: Los Supermachos, y Los Agachados.
Precisamente
porque utilizó un lenguaje sencillo y coloquial para acercar el tema a los
lectores no versados en el mismo, es que trascendió y se multiplicó el gusto
por su estilo, ya que fue irreverente e incisivo, llegando incluso a ser soez;
lo que nos daba la oportunidad de desquitarnos de políticos corruptos, de los
ricachones ignorantes y de los personajes que enriquecían la sátira política.
Fue
el gran contador de historias que nos enseñaba incluso, cosas que debíamos o no
comer; nos enseñó a defender la libertad
de expresión, luchar contra la censura. Fue el caricaturista más importante
que ha tenido México pues nos dejó un gran legado, nos animó, como en mi caso y
seguramente muchísimos más, a incursionar en la caricatura como profesión
respetable y admirable.
Razón
por lo que en lo personal, heredé su maravillosa influencia para reflejar en
cartones las injusticias sociales. Para dibujar con humor e inteligencia
imágenes burlonas y sarcásticas. Porque una imagen, muchas veces, valen más de
mil palabras, para destruir al político cínico, bellaco y sinvergüenza; como
resaltar la honorabilidad, capacidad y dignidad del que lo demuestre. Como
insisto, señalar al político corrupto, al sacerdote pederasta, al empresario
que no tiene llenadera, etc.
¡ GRACIAS MAESTRO RIUS, TE NOS ADELANTASTE NADA
MÁS, DESCANSA EN PAZ !.
Colaboración de: Lic. Mario Enrique Carbonell Chávez
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Publicado el 1 jun. 2015
Programa-homenaje en reconocimiento a la valiosa divulgación del conocimiento crítico que el maestro Eduardo del Río "Rius" ha impulsado a lo largo de su vida en la esperanza de despertar la conciencia de las capas menos favorecidas, justamente la carne de cañón de que se sirve la voraz oligarquía mexicana para perpetuar, con base en la ignorancia y el hambre de las masas votantes, sus privilegios desmedidos, voraces.
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