viernes, 28 de julio de 2017

DIARIO HELÉNICO: EFEMÉRIDES 29 DE JULIO. DIA MUNDIAL DEL TIGRE. FELICIDADES A QUIENES LLEVAN POR NOMBRE MARTA.





El 29 de julio es el 210.º (ducentésimo décimo) día del año en el calendario gregoriano y el 211.º en los años bisiestos. Quedan 155 días para finalizar el año.














PINTOR NEERLANDÉS, PRINCIPAL EXPONENTE POSTIMPRESIONISMO


Vincent Willem van Gogh (en neerlandés Acerca de este sonido Vincent van Gogh (?·i) [ˈvɪnsɛnt fɑŋ'ɣɔx]) (Zundert, Países Bajos, 30 de marzo de 1853-Auvers-sur-Oise, Francia, 29 de julio de 1890) fue un pintor neerlandés, uno de los principales exponentes del postimpresionismo.

Pintó unos 900 cuadros (entre ellos 27 autorretratos y 148 acuarelas) y realizó más de 1600 dibujos. Una figura central en su vida fue su hermano menor Theo, marchante de arte en París, quien le prestó apoyo financiero de manera continua y desinteresada. La gran amistad entre ellos está documentada en las numerosas cartas que se intercambiaron desde agosto de 1872. De las 800 cartas que se conservan del pintor, unas 650 fueron para Theo, las otras son correspondencia con amigos y familiares.

Van Gogh fue esencialmente autodidacta. Desde joven tuvo inclinación hacia el dibujo. Su primer trabajo fue en una galería de arte. Más tarde se convirtió en pastor protestante y en 1879, a la edad de 26 años, se marchó como misionero a una región minera de Bélgica, donde comenzó a dibujar a la gente de la comunidad local. En 1885 pintó su primera gran obra, Los comedores de patatas. En ese momento su paleta se componía principalmente de tonos sombríos y terrosos. La luz y la preferencia por los colores vivos por la que es conocido surgió posteriormente, cuando se trasladó al sur de Francia, consiguiendo su plenitud durante su estancia en Arlés en 1888.

La calidad de su obra fue reconocida solo después de su muerte, en una exposición retrospectiva en 1890, considerándose en la actualidad uno de los grandes maestros de la historia de la pintura. Influyó grandemente en el arte del siglo XX, especialmente entre los expresionistas alemanes y los fauvistas como Matisse, Derain, Vlaminck y Kees Van Dongen

Falleció a los 37 años por una herida de bala de pistola; aún no se sabe con seguridad si fue un suicidio o un homicidio involuntario. A pesar de que existe una tendencia general a especular que su enfermedad mental influyese en su pintura, el crítico de arte Robert Hughes cree que las obras del artista están ejecutadas bajo un completo control; de hecho, el pintor jamás trabajó en los periodos en los que estaba enfermo.


Muerte

Durante los últimos treinta meses de vida llegó a realizar 500 obras y en sus últimos 69 días firmó hasta 79 cuadros. El 22 de febrero de 1890, Van Gogh sufrió una nueva crisis que fue «el punto de partida de uno de los episodios más tristes en una vida ya plagada de tristes acontecimientos». Este período duró hasta finales de abril, tiempo durante el cual fue incapaz de decidirse a escribir, sin embargo siguió dibujando y pintando.[

Hughes escribe que entre mayo de 1889 y mayo 1890, «tuvo arrebatos de desesperación y alucinación que le impedían trabajar, y entre ellos, meses en los que pudo hacerlo y lo hizo marcado por el éxtasis extremo visionario».[]Sin embargo, su depresión empeoró y el 27 de julio de 1890, a la edad de treinta y siete años, mientras paseaba por el campo, se disparó en el pecho con un revólver. No se dio cuenta de que su herida era mortal y volvió a la pensión Ravoux, donde murió en su cama dos días después, en brazos de su hermano Theo. «Yo arriesgué mi vida por mi obra, y mi razón destruida a medias»; estas son las palabras de Vincent en la última carta encontrada en su lecho de muerte el 29 de julio de 1890.
[
]​ Vincent fue enterrado en el cementerio de Auvers-sur-Oise.[]​ 

A Theo como consecuencia de los trastornos mentales que le generaba una insuficiencia renal, probablemente por litiasis en el riñón,​ aunque según otros autores su enfermedad mental se la producía la sífilis​solo poco después de la muerte de Vincent ingresó en una clínica de Utrecht, donde falleció el 25 de enero de 1891, a los seis meses de la muerte de Vincent. En 1914 el cuerpo de Theo fue exhumado y enterrado junto al de su hermano.

Sin embargo, en 2011 surgió una teoría que postulaba que Van Gogh no se suicidó, sino que murió por un disparo accidental efectuado por dos muchachos que jugaban con una pistola. En una biografía sobre el artista, Van Gogh: la vida, Steven Naifeh y Gregory White Smith mantienen que el disparo provino de René y Gaston Secrétan, dos hermanos adolescentes que veraneaban en Auvers, y que eran conocidos del pintor, por lo que no habría querido incriminarlos y se habría autoinculpado. Según los autores, René era un chico problemático al que gustaba vestirse de «cowboy», y se entretenía disparando a animales con una vieja pistola del calibre 38. Así, el 27 de julio de 1890 Van Gogh habría salido como siempre a pintar, recibiendo de forma accidental el disparo del menor de los hermanos.

 Según Naifeh, historiador del arte titulado en Princeton, «revisamos los testimonios iniciales que dieron lugar a la versión del suicidio, y vimos que no eran nada sólidos». Este autor afirma que en la entrevista que René Secrétan dio en 1956, el año de estreno de la película que Vincente Minnelli realizó sobre el pintor holandés, su testimonio «está lleno de culpabilidad». Esta teoría no está confirmada con otras pruebas ni aceptada por la mayoría de la comunidad académica, y el Museo Van Gogh de Ámsterdam considera prematuro valorar las conclusiones a las que han llegado estos autores.[]

Obra

Vincent van Gogh produjo toda su obra (unas 900 pinturas y 1600 dibujos) durante un período de solamente 10 años (etapa de 1880-90) hasta que sucumbió a la enfermedad mental (posiblemente un trastorno bipolar o una epilepsia).
Decidió ser pintor cuando tenía 27 años y siempre quiso reflejar la vida en sus obras. Su carrera pictórica está marcada por los lugares donde vivió y trabajó. Así se aprecia en la primera etapa de los Países Bajos (1880-1886), donde la pintura tradicional y popular de este país, exclusivamente en colores terrosos, fueron lo que más influyó en obras como Los comedores de patatas y las pinturas sobre los tejedores. Realizó numerosos dibujos de mineros, de personajes populares y copió obras de su pintor favorito Millet.

Impresionismo

La siguiente etapa, en París (1886-1887), es la que le pone en contacto con los impresionistas que pretendían romper con el academicismo de la época, con el traslado a la pintura de las impresiones de sus sentidos mediante la observación de la naturaleza. En París, conoció pintores como Henri de Toulouse-Lautrec y Paul Signac, descubrió una nueva percepción de la luz y el color, aprendió la división de las gamas claras y los tonos y mostró una simplificación a la vez que una mayor intensidad en el tratamiento de los colores. En esta época empezó a copiar láminas japonesas, siendo uno de los pintores europeos a los que más influyó este tipo de pintura.[]

Postimpresionismo

Quizá Van Gogh representó mejor el postimpresionismo, estilo que sucedió aproximadamente en un periodo entre 1885 y 1915. Representó una vía divergente del impresionismo, donde los pintores hacen de la vida cotidiana su tema principal. Este término fue utilizado por primera vez en 1910 por Roger Eliot Fry; surge del título que dio a la exposición de la Grafton Gallery en Londres: «Manet y los postimpresionistas». Fue utilizado por artistas como Cézanne, Van Gogh y Seurat pero a veces también por otros artistas de la gran década impresionista (1870-1880) como Matisse y Pierre Bonnard.[]




Expresionismo y fauvismo

Su obra destaca por el uso del color y una técnica frenética que contiene algunos trazos del expresionismo. Van Gogh y Gauguin tenían técnicas diferentes; Gauguin acostumbraba a pintar normalmente en el taller de memoria y Van Gogh necesitaba siempre copiar in situ, fuesen paisajes o un modelo. Su temperamento exaltado quiso demostrarlo por la vía del color.[]

Los inicios del expresionismo aparecen durante las dos últimas décadas del siglo XIX, en la obra de Van Gogh, La italiana de finales de 1887, y en la de Edvard Munch (autor de El Grito) y, en otro nivel, en la del belga James Ensor (autor de La entrada de Cristo a Bruselas). Una tendencia a la que contribuiría Van Gogh, después de su llegada en 1888 a Arlés, donde el choque con la luz del sur, le empuja a la conquista del color, con obras como La noche estrellada y Los Olivos de Saint-Rémy (1889). Las pinturas del periodo de Sant Rémy de Provenza, se caracterizan en general por remolinos y espirales. Desde la dramatización de las escenas de sus primeros trabajos, a la simplificación que caracterizó sus últimas obras, en las que Van Gogh ya anuncia el comienzo del expresionismo. Se tuvo que esperar al agosto de 1911, cuando el crítico de arte Wilhelm Worringer fue el primero en hablar del expresionismo.[]

En Alemania y Austria, expresionistas como Ernst Ludwig Kirchner, Erich Heckel, Paul Klee y Oskar Kokoschka aprenderán de la técnica de Van Gogh, del nerviosismo, la exageración de las líneas y colores, que hacen que surja mejor la expresión de los sentimientos y las emociones. El color y el empaste en la proyección de la pintura de Van Gogh, se formalizó quince años más tarde con el surgimiento del fovismo. Según Van Gogh: «En lugar de reproducir con exactitud lo que tengo delante de los ojos, prefiero servirme del color para expresarme con más fuerza».[]

Reconocimientos

Octavi Mirbeau, historiador de arte, uno de los primeros en admirar a Van Gogh, para rendirle homenaje en el Salón de los Independientes, en la exposición realizada en 1891, escribió:

Aquí me encuentro en presencia de alguien grande, gran maestro, una persona que me perturba, me emociona, llama mi atención (...) Van Gogh poseía, de una manera poco frecuente, algo que diferencia un hombre de otro: estilo (...) es decir, afirmación de la personalidad

Desde el siglo XXI, el análisis del mensaje que se desprende de sus pinturas es positivo y alegre. Durante su breve dedicación artística, Van Gogh consiguió el dominio técnico y una productividad que pocos artistas han conseguido. En sus obras consiguió fusionar las cualidades de sus predecesores neerlandeses, como la devoción a la naturaleza, con el uso del color y la técnica de la pintura francesa.[]

Su fama creció rápidamente después de su muerte, gracias a la promoción de la esposa de Theo que, aunque no tuvo una buena relación con Vincent, resultó ser la única heredera de toda su obra tras el fallecimiento de su esposo, ocurrido poco después de el del pintor.

Ha de señalarse que a ella se debe una de las pocas ventas de Van Gogh en vida del artista. El mayor impulso de su obra vino especialmente después de una exposición de 71 de sus pinturas, en París el 17 de marzo de 1901 (11 años después de su muerte) a la que siguieron otras exposiciones, como la de 1905 en Ámsterdam, o la de Colonia en 1912, Nueva York en 1913 y Berlín de 1914.[] Todas ellas tuvieron un gran impacto sobre las generaciones artísticas posteriores.[]​A mediados del siglo XX Van Gogh fue reconocido como uno de los mayores pintores de la historia.[][]​ En el año 2007, un grupo de historiadores holandeses realizó el The Canon of the Netherlands para su enseñanza en las escuelas e incluyó a Van Gogh como uno de los cincuenta temas del canon, junto con otros iconos nacionales como Rembrandt y De Stijl.[]

Se limitaron a solo tres las obras vendidas en vida del pintor: La viña roja comprada por Anna Boch por la suma de 400 francos; Puente de Clichy, adquirido por 250 francos según el libro de ventas de la Casa Boussod y Valadon y, finalmente, un Autorretrato a los marchantes Sulley y Lori de Londres. Las tres obras curiosamente fueron compradas el mismo año de 1888.[]

Varias de las pinturas de Van Gogh están entre las pinturas por las que se ha pagado más en todo el mundo. El 30 de marzo de 1987 la pintura Lirios de Van Gogh fue vendida por un valor récord de 53,9 millones de dólares en Sotheby's de Nueva York.[100]​ Pero su comprador, el magnate Alan Bond, no pudo terminar de pagarla y tuvo que revenderla (por una suma no revelada) al Getty Center de Los Ángeles. El 15 de mayo de 1990 su Retrato del Doctor Gachet fue vendido por 82,5 millones de dólares en Christie's, estableciendo así un nuevo precio récord.[]

Procedimientos de trabajo

La técnica que empleaba era diferente según el efecto que quería conseguir, cubría los planos con colores claros, mientras que en otros cuadros ponía pinceladas amplias y a veces perfilaba todo el dibujo con trazos gruesos. En otras ocasiones, trabajaba con un pincel duro rayando todas las formas, según le interesara, acentuaba las líneas o el color, el trazo con movimiento rítmico lo repetía tanto en los dibujos como en las pinturas.[]

Se cree que Van Gogh hizo un reaprovechamiento de lienzos ya usados en más de un tercio de su producción durante sus primeros trabajos.[]En 2008, un equipo de la Universidad Tecnológica de Delft y la Universidad de Amberes utilizó avanzadas técnicas de rayos X para descubrir una imagen de la cara de una mujer pintada anteriormente e incluso conseguir su coloración, que se encontraba por debajo de la obra Mancha de hierba.[]

Cartas




Theo van Gogh a la edad de 21 años. Theo fue un defensor permanente y amigo de su hermano mayor.

Una gran parte del conocimiento que se tiene sobre Van Gogh deriva de sus cartas, la mayor parte dirigidas a su hermano, Theo van Gogh. Se conservan más de seiscientas cartas de Vincent a Theo y cuarenta cartas de Theo a Vincent, y aunque la mayoría de ellas no están fechadas, los historiadores de arte han sido capaces de ordenar esta correspondencia, en gran parte, de manera cronológica. La recopilación de estas fuentes textuales ha sido muy valiosa para establecer las bases de lo que se conoce sobre los hermanos Van Gogh. Es interesante hacer constar que el periodo en el que la vida de Van Gogh es más oscura, es el de su etapa de París, ya que Theo y Vincent vivían juntos sin necesidad de escribirse y por lo tanto hay menos información.[]

Van Gogh mantuvo correspondencia y se conservan unas doscientas cartas dirigidas a amigos y familiares especialmente con su hermana Wilhelmina.[] Las cartas salieron a luz en 1913, a través de la viuda de su hermano Theo, Johanna van Gogh-Bonger, quien explicó la «inquietud» que sentía al mostrar el drama de la vida del pintor y su preocupación para que no fuera motivo de eclipsar su obra artística. El mismo Van Gogh había sido un ávido lector de biografías de otros artistas para comprobar la consonancia del carácter con el arte de estos.

[PINTOR VENEZOLANO, COSTUMBRES VENEZOLANAS

Francisco Arturo Michelena Castillo, mejor conocido como Arturo Michelena (Valencia, Estado Carabobo, Venezuela, 16 de junio de 1863-Caracas, Venezuela, 29 de julio de 1898), fue un reconocido pintor venezolano, que desde niño demostró excepcionales dones para el dibujo y la pintura. A los 14 años de edad se le encomendó realizar todas las ilustraciones de un libro sobre costumbres venezolanas. Junto a Cristóbal Rojas, Antonio Herrera Toro y Martín Tovar y Tovar se le considera uno de los más grandes pintores venezolanos del siglo XIX. El presidente Joaquin Crespo le regaló la beca para irse a estudiar a París al igual que Cristóbal Rojas






SOCIÓLOGO Y FILOSOFO ALEMÁN, PRINCIPAL FIGURA DE LA PRIMERA GENERACIÓN DE FRANCKFURT


Herbert Marcuse (Berlín, 19 de julio de 1898Starnberg, Alemania, 29 de julio de 1979) fue un filósofo y sociólogo judío de nacionalidad alemana y estadounidense, una de las principales figuras de la primera generación de la Escuela de Frankfurt.


Pensamiento

Las críticas de Marcuse a la sociedad capitalista (especialmente en su síntesis de Marx y Freud, Eros y la civilización, publicado en 1955, y su libro El hombre unidimensional, publicado en 1964) resonaron con las preocupaciones del movimiento izquierdista estudiantil de los 60. Debido a su apertura a hablar en las protestas estudiantiles, Marcuse pronto vino a ser conocido como «El padre de la Nueva Izquierda» (término que él rechazaba).

La crítica fundamental que realiza Marcuse a la sociedad moderna, desarrollada en El hombre unidimensional, es que el sujeto unidimensional es víctima de su propia impotencia y de la opresión continua de un método de dominación más complicado de lo que Adorno y Horkheimer imaginaron. Esta es la concepción del poder por la que Marcuse se considera como puente entre la primera y la segunda generación de la escuela de Frankfurt. Este hecho se contrasta fundamentalmente con el capitalismo temprano, en que el movimiento proletario era una fuerza con el potencial efectivo de derribar al régimen. El capitalismo avanzado que describe Marcuse, en cambio, ha generado a través de los estados de bienestar una mejora en el nivel de vida de los obreros, que es insignificante a nivel real, pero contundente en sus efectos: el movimiento proletario ha desaparecido, y aún los movimientos antisistémicos más emblemáticos han sido asimilados por la sociedad y orientados a operar para los fines que la sociedad coactiva reconoce como válidos.

El motivo de esta asimilación, según Marcuse, consiste en que el contenido mismo de la conciencia humana ha sido fetichizado (en términos marxistas) y que las necesidades mismas que el hombre inmerso en esta sociedad reconoce, son necesidades ficticias, producidas por la sociedad industrial moderna, y orientadas a los fines del modelo. En este contexto, Marcuse distingue entre las necesidades reales (las que provienen de la naturaleza misma del hombre) y las necesidades ficticias (aquellas que provienen de la conciencia alienada, y son producidas por la sociedad industrial). La distinción entre ambos tipos de necesidades sólo puede ser juzgada por el mismo hombre, puesto que sus necesidades reales sólo él las conoce en su fuero más íntimo; sin embargo, como la misma conciencia está alienada, el hombre ya no puede realizar la distinción.

La principal necesidad real que Marcuse descubre es la libertad, entendida como el instinto libidinal no sublimado (en términos freudianos). Para Marcuse, lo que la sociedad industrial moderna ha hecho con el instinto libidinal del hombre es desublimarlo, y reducirlo al exclusivo ámbito de la genitalidad, cuando en realidad el cuerpo mismo del hombre es sólo ansia de libertad. La desublimación del instinto libidinal y su encasillamiento en su genitalidad permiten a la sociedad industrial moderna disponer del resto del cuerpo humano para la producción capitalista, así como de todas las energías de los hombres.

Lo que Marcuse quería destacar era una culturalización de la teoría de la felicidad de Freud: principio de realidad y principio de placer no tienen por qué ser opuestos si se consigue revelar las causas de la infelicidad. Marcuse se opone a lo abstracto del pensamiento racionalista cartesiano, que entiende al individuo como sujeto ideal, descartando el valor de lo corporal y de lo erótico.Y precisamente estos dos factores son imprescindibles para analizar el paso del ser al deber ser en lo cotidiano del ser humano. Esto coloca a Marcuse en una posición de vitalismo integral, entendiéndolo como una actitud de liberación tanto individual como colectiva, sacar a la luz lo más alejado de las convenciones, entendido por Freud como el "ello".

Para Marcuse, la instancia fundamental de formación de la conciencia humana está en la niñez, tal como se vive en el interior de la familia. En esta etapa, el hombre que se está formando adquiere sus categorías normativas y todo su marco de referencia para enfrentar el mundo. Lo que la sociedad industrial moderna ha trasmutado es precisamente ese ámbito familiar, en que la sociedad misma alienante se ha introducido a través de los medios de comunicación de masas, reemplazando a la familia, y formando a los hombres con categorías que no salen de él mismo, sino del capitalismo. Las necesidades del hombre, así como sus anhelos, sueños y valores, todo ha sido producido por la sociedad, y de esa manera se ha asimilado cualquier forma de oposición o movimiento antisistémico. En este punto está la principal diferencia entre la forma de alienación que describe Marx y la que describe Marcuse. Mientras en Marx la alienación está focalizada en el ámbito de la producción material, donde al hombre se le arrebata el valor producido con su trabajo (y por tanto su condición humana), en Marcuse la alienación está enfocada en la conciencia misma del hombre moderno, y por tanto no hay forma alguna de escapar a la coacción.

A pesar de identificar en el hombre una forma de sumisión mucho más desarrollada y difícil de penetrar, Marcuse remarca los valores de la vanguardia en el arte cuando habla de Bertolt Brecht o dice por ejemplo: "La lucha por hallar este medio, o más bien dicho la lucha contra su absorción en la unidimensionalidad predominante, se muestra en los esfuerzos de la vanguardia por crear un distanciamiento que haría la verdad artística comunicable otra vez" (Hebert Marcuse, “El hombre unidimensional”, pág 96). Este distanciamiento que pretende realizar Marcuse está marcado por la intencionalidad de alejar al ser humano del dominio que está impuesto en toda la sociedad. Y pretende reorientar el rumbo de la cultura hacia el arte, hacia lo estético.

Propuesta teórica y política

Marcuse muestra un análisis muy profundo y duro en cuanto a los procesos de cambio, a pesar de eso él reconoce "la posibilidad de alternativas" y los diferentes caminos y sobre todo la tarea de la filosofía en este aspecto. Una nota al pie muy curiosa de su libro El hombre unidimensional dice: “Todavía existe el legendario héroe revolucionario que puede derrotar incluso a la televisión y a la prensa: su mundo es el de los países ‘subdesarrollados’” (Hebert Marcuse, El hombre unidimensional, pág. 101, nota 14). Pero la pretensión de hacer posible el distanciamiento a través del arte para evitar la dominación, muestra claramente un problema que impide utilizarlo como medio de evasión. Según Marcuse, el arte es capaz de sacarnos de la vida diaria, nos hace ver la realidad de otra forma porque nos coloca en otra posición. Sin embargo, el arte está distanciado, pero no separado de la realidad porque está mercantilizado, por lo tanto, no se puede utilizar como medio de evasión porque está bajo el control de la clase dominante, como el resto de los ámbitos de la sociedad.

En diferentes pasajes se evidencia su idealismo que luego se traduce a su militancia política. Esta contradicción es reconocida por Marcuse, quien vivió en una eterna disputa teórica acerca de la interrogante fundamental de si la sociedad tenía la posibilidad o no de cambiar desde adentro y por tanto de trascender el statu quo. Está clara la existencia de esperanza en su pensamiento, aunque el análisis de la realidad y los acontecimientos se contrapongan a este tema. Para ilustrar esta contradicción, en sus conclusiones sobre el "hombre unidimensional" Marcuse cita al final una frase de Walter Benjamin que dice lo siguiente: "Sólo gracias a aquellos sin esperanza nos es dada la esperanza" (Hebert Marcuse, “El hombre unidimensional”, pág 286)

Problema psicológico, problema político

En la era presente, se han invalidado las fronteras entre la psicología por un lado y la filosofía social y política por el otro, gracias a la condición actual del hombre. Por eso en Eros y civilización hace uso de categorías psicológicas, ya que antes los procesos psíquicos, antiguamente autónomos e identificables ahora están siendo absorbidos por la función del individuo en el estado, por su existencia pública. Por lo mismo los problemas psicológicos se transforman en problemas políticos: el desorden privado refleja más directamente que antes el desorden de la totalidad, y la curación del desorden personal depende más directamente que antes de la curación del desorden general. La psicología puede ser elaborada y practicada entonces como una disciplina especial tan sólo en tanto la psique pueda mantenerse a sí misma contra el poder público, en tanto la vida sea realmente deseada y construida por sí misma, y afirma Marcuse, que si el individuo no tiene ni la habilidad ni la posibilidad de ser para sí mismo, los términos de la psicología llegan a ser los términos de las fuerzas sociales que definen la psique.





CANTANTE BRITÁNICO 

2003.- Una película hasta ahora desconocida del ex Beatle John Lennon es subastada en Nueva York por 53 mil 775 dólares, informa la firma Christie’s. El filme de 40 minutos y sin sonido es realizado por un joven director al que el músico autoriza a rodarlo durante un día entero en 1974.



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